China está repleta de productos que enviar a Occidente. Y
no tiene cómo hacerlo. En los últimos meses se está dando una "crisis
de contenedores" a nivel mundial que, entre otras cosas, está provocando
que los costes de envío aumenten más que nunca. Algunos importadores han
visto cómo los precios se han duplicado, triplicado y hasta cuadriplicado según
relatan a WSJ y Financial
Times.
Tal y como comentaron
en Magnet recientemente, hay una crisis de contenedores de semejante
calibre que no hay suficientes para todo lo que queremos traer de China.
Por diversos factores, la demanda de productos está siendo mucho más alta de lo
que el sistema logístico puede abastecer. En consecuencia se está dando un
cuello de botella en los puertos de China (a.k.a. la fábrica del mundo), con
toneladas de productos esperando a ser cargados y enviados al resto del
planeta.
El problema apunta a a ser COVID-19. A principios de 2020
gran parte de los contenedores se quedaron en Europa y Estados Unidos vacíos.
Los confinamientos y restricciones provocaron una desaceleración
importante del comercio a nivel mundial, por lo que no tenía sentido
económicamente enviarlos a China de vuelta. A medida que los meses pasaron y la
demanda se recuperó de cara a la campaña de Navidad, también aumentó la demanda
de contenedores y en consecuencia su precio.
Fabricar más contenedores tampoco es una solución efectiva ahora
mismo. Además del tiempo que se tarda en fabricarlos, uno de los principales
fabricantes de contenedores a nivel mundial (China International Marine
Containers) no da abasto
Costes de envío triplicados
En una serie de datos recopilados por Financial Times se
puede apreciar cómo el coste de envío de los contenedores ha aumentado
casi exponencialmente desde octubre. De moverse entre los 2.000 y 3.000
dólares por contenedor a cifras superiores a los 7.000 dólares en este enero de
2021.
Los importadores no tienen otro remedio que esperar a
que se amortigüe el cuello de botella o simplemente pagar los altos precios de
envío actuales si quieren que su mercancía llegue. Si se quedan sin stock va
a ser prácticamente obligatorio pasar por el aro y pagar costes de envío más
altos. El punto a tener en cuenta aquí es cuánto repercute este aumento de
costes con respecto a los beneficios del empresario. Porque, en el momento que
dejen de haber beneficios, esos costes de envío van a repercutir en el precio
final de los productos para el consumidor.
El fin de este cuello de botella apunta a llegar
para la segunda mitad de 2021 según los analistas. Factores como el Año Nuevo
Chino estas próximas semanas podría aliviar las cosas ya que se ralentiza la
fabricación de bienes y esto podría ofrecer un respiro a los transportistas
para llevarse todo lo pendiente. Con suerte a tiempo para antes de la próxima
campaña de Navidad de 2021.
Vía | WSJ y Financial
Times.